Como fotógrafos de bodas, todos soñamos con ofrecer a nuestros clientes una experiencia fluida, emotiva y elegante. Pero la realidad es que, en cada boda, pasan cosas que pueden arruinar momentos clave, y con ellos, la experiencia premium que prometemos entregar.

Uno de los errores más comunes viene de personas externas al equipo profesional: familiares, invitados entusiastas o, como en este ejemplo, un videógrafo sin experiencia.

📍En el video que comparto abajo, puedes ver cómo un joven videógrafo, sin conocimiento del protocolo ni sensibilidad hacia el momento, bloquea completamente la entrada de la novia. El novio, parado esperando verla por primera vez, ni siquiera puede mirar a su futura esposa entrar, porque el videógrafo se cruza y obstruye la vista. Lo que debía ser uno de los momentos más intensos y emocionales… se rompe por completo.

Una vez,.. una mamá del novio añadió siete fotógrafos y videógrafos extra a capturar la boda (¡nosotros éramos cuatro!). La boda perdió elegancia, la energía se volvió caótica. Por eso, cuando una novia me contrata, también le doy sugerencias sobre qué evitar para proteger la estética y la experiencia.

Nuestro trabajo es técnico, artístico… y profundamente humano.

Y si somos capaces de hacer sentir a la familia como reyes, ese nivel de servicio no se olvida jamás. A continuación una imagen de este evento:

💬 ¿Cómo evitar esto como fotógrafos profesionales?

La clave está en las reuniones previas con la pareja. Personalmente, siempre incluyo una conversación dedicada a:

• Quiénes más estarán documentando.
• Qué expectativas tienen del momento de la entrada.
• Cómo es el layout del lugar.
• Y si hay otros proveedores involucrados, coordinar roles y tiempos para no estorbar, sino potenciar el trabajo mutuo.

No todo se puede controlar, lo sabemos. Pero sí se puede prevenir mucho si llevamos una actitud proactiva, una mirada detallista y, sobre todo, si educamos al cliente desde el inicio sobre lo que es necesario para lograr una experiencia visual y emocional de lujo.

🖤 Si queremos atraer a clientes que valoran una experiencia elevada, tenemos que cuidar estos detalles con precisión.