En 2025, hay una tendencia que no puedes dejar pasar si quieres que tu reportaje de boda sea realmente completo y memorable: los flatlays espontáneos de la fiesta. No solo son estéticamente irresistibles, sino que también capturan el alma caótica y vibrante de la celebración.
¿Qué es un Flatlay de Fiesta?
Un flatlay es una fotografía tomada desde arriba, donde los objetos están cuidadosamente dispuestos sobre una superficie.
Pero en versión fiesta, la idea es crear una composición algo “desordenada”, llena de vida, reflejando el ambiente después de horas de baile, risas y emociones.
No se busca la perfección, sino ese encanto natural del “caos bonito” que queda tras la celebración.
¿Cuándo hacer el Flatlay en una boda?
El momento perfecto es después de que hayas capturado la energía principal de la pista de baile.
Cuando ya tienes las fotos de personas bailando, riendo y abrazándose, y sientes que quieres ofrecer algo diferente sin interrumpir el flujo natural de la fiesta.
Busca un pequeño espacio en una mesa libre donde puedas crear tu flatlay en cuestión de 10 minutos o menos.
¿Qué usar para tu Flatlay de Fiesta?
- Menús impresos de la boda
- Copas
- Zapatos de la novia (¡pídelos de forma divertida!)
- Flores sueltas del centro de mesa o del ramo
- Pétalos caídos
- Restos de pastel en platos elegantes
- Velas
- Detalles de papelería (tarjetas de agradecimiento, servilletas bordadas)
TIPS:
Mientras más “vivido” se vea, más auténtico será el flatlay. Un trozo de pastel ya mordido o pétalos algo marchitos cuentan mejor la historia que un montaje demasiado perfecto.
No tengas miedo de jugar con diferentes exposiciones o incluso de usar flash directo para darle un look más editorial o de “revista de moda”.
Los flatlays de fiesta son un “must” en 2025 para cualquier fotógrafo de bodas que quiera contar una historia completa, auténtica y artística.
¿Por qué los novios lo aman?
Este tipo de fotografía captura detalles que normalmente desaparecen al final de la noche: el desorden hermoso de la fiesta, los zapatos gastados de tanto bailar, las flores cansadas pero aún mágicas…
Es un recuerdo visual del alma real de su gran día, no solo de las poses perfectas.




